Última de Santiago en Santander. Las dos juventudes de Ponce y de Ginés
Rosario Pérez en ABC
El valenciano pierde con el acero la puerta de la gloria y Marín sale a hombros como gran triunfador
Sin ambición, no hay triunfo. Sin pasión, tampoco. A partes iguales las conjuntó Ginés Marín. Fue la victoria de la juventud en su ardiente faena a «Solterón», bautismo del notable toro de Luis Algarra Polera. El joven gaditano, afincado en Extremadura, sumó ayer una victoria más en su temporada al alza, esta vez en el Norte. El saludo fue ya una declaración de intenciones, de rodillas a la verónica. Con salero lo puso en suerte en el peto, en un medido puyazo. Las ceñidas saltilleras encendieron la chispa, que se avivó durante la faena, principiada en el platillo sobre la derecha, «pronto y en la mano», a lo Chenel.
La casta de «Solterón» repetía alegre en las ligadas y emotivas series, con pases de pecho inconmensurables. Sobre la zurda punteaba más, pero Ginés logró mantener la intensa templanza y abrochó con unas bernadinas tremendas. El estoconazo puso a los rebosantes tendidos en pie, entre gritos de «¡torero, torero!», y paseó dos orejas.
En el umbral de la puerta grande, tras una maravillosa lección, se quedó Enrique Ponce, que puso sobre la arena chocolate una máxima: la juventud no es una edad, sino un estado del espíritu. El veterano maestro fue faro y guía de la embestida del cuarto -con sus teclas-, en el que se dobló con torería y al que cosió a derechas con el sello de su divina técnica. Un bonito cambio de mano trasladó a una despaciosa aventura al natural. Luego ató en círculo una ronda de mucho calado. Y otra más, con uno de pecho de pitón a rabo. La izquierda voló con categoría y personalidad, citando con el reverso. Las poncinas antes de la hora final pusieron la guinda al sabroso pastel, pero el pinchazo dejó la obra en una sola oreja. Con el altón primero, en el límite de fuerza y corto por el pitón zurdo, ni un especialista como el de Chiva pudo brillar.
Todos con Roca Rey, pero quien se esta llevando el gato al agua es Gines Marin autentica revelación de la temporada