Pero hay que ir al turrón. González-Écija ya es el ganador del ciclo, además de futuro propietario de ese preciado vestido de torear que regala la Real Maestranza. El trofeo obtenido –conviene recalcar del dato- se lo ponía fácil al jurado. Pero también es de justicia recordar que si el espadazo tendido y trasero que recetó Uceda Vargas al cuarto de la noche hubiera sido también efectivo se habrían complicado bastante las cosas en la deliberación. Esa faena del aspirante de Gerena, que había llegado al ciclo de noveles presentado por la Escuela de Camas, había sido la de mayor contenido artístico y técnico de la noche.
El Correo de Andalucía